sábado, 19 de noviembre de 2011

EL SAUCE LLORÓN….



Es un árbol que crece a orilla de algunas vertientes de agua, con ramas flexibles y muy largas como si de su “melena” se tratara…en las costa de los río son fáciles de encontrar, testigos indiscutibles de escenas cotidianas. Como cuando nos acercamos a su espacio los 21 de septiembre, para festejar la llegada de la primavera y el día del estudiante.
En las aguas cristalinas de los correntosos ríos, como el Río Negro o Neuquén se reflejan, ellos acicalan su imagen, esperando la llegada del visitante.
Los pescadores con sus largas cañas, intentando hácese con la pieza deseada. Dejan sus adminículos a la sombra de tan magnífico ejemplar, con la idea de volver cuanto antes y festejar con un buen mate amargo en una mano y en la otra la esperada pieza. El pescador no sabe que tiene un observador, orgulloso de ser participe de tan anhelado trofeo.
El sauce juguetea con la brisa de primavera… deja que esta lo desmelene por momentos.
Pronto llegarán más visitantes…
La familia al completo, a bordo de un bólido de cuatro puertas. Descargan sus canastas cargadas…presurosos a disfrutar a la sombra del árbol y antes de que alguien más pretenda ocupar el espacio perfecto para las ansiada horas de relax añoradas.
Los niños, utilizan sus largas ramas para improvisar hamacas uniéndolas con nudos mal hechos, que prontos de desharán provocando la caída y la risa de los presentes…los niños también ríen.
El sauce ahora también ríe, ya que la alegría de los niños lo contagia.
Hay que ponerse un sombrero, el sol esta muy alto y por momentos quema…pero los niños no quieren! Y el sauce apoya esta moción, él es capaz de protegerlos…pero mamá insiste!
Llegó el momento del remojón!! Los mayores usan las largas ramas para columpiase y así el chapuzón será mayúsculo.
Está llegando la noche, el sol comienza a ocultarse y el sauce remoja su cabellera…pronto llegarán los últimos visitantes.
La parejita de enamorados, dejan sus bicicletas apoyadas en el tronco. Se cogen de las manos. Han encontrado el sitio perfecto para prodigarse esas carisias contenidas. Las palabras no dichas. Los besos no dados. Debajo del sauce se encuentran protegidos

1 comentario:

  1. En mi tierruca también hay muchos sauces llorones. Generalmente en los jardines, no necesariamente junto a un río pero supongo que es porque el norte es húmedo por sí sólo.

    Besucos

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